Porqué Elements?

Siempre he sentido una especial conexión con los elementos presentes en la naturaleza (tierra, agua, fuego, aire y espacio). Esa conexión se fue haciendo mas profunda cuando comencé mis estudios e indagación en el sistema Yóguico y comprendí que esos elementos están presentes en todo en el universo, incluido en el ser humano y dan vida a nuestro mundo. En la sabiduría Yóguica se percibe el universo como una fusión divina entre Purusha (conciencia universal) y Prakriti (el reino de la naturaleza y la experiencia) a través de la integración de esas polaridades el tejido de la vida recupera su equilibrio, es una senda hacia la plenitud y uno de los objetivos del yoga. Nuestros sentidos son una encarnación de Prakriti, intrincadamente tejida a partir de esos cinco elementos. Cuando esos cinco elementos están en equilibrio y cooperan nuestra vida se vuelve un mundo de posiblidades, se puede obtener lo mejor de la experiencia individual y de la naturaleza cósmica. Tal equilibrio es crucial para la salud integral física, mental y espiritual del ser humano. Esos cinco grandes elementos que moldean todo armoniosamente se llaman:

Panchamahabuta; Tierra, Agua, Fuego, Aire y Akasha (Éter, espacio)

Prithvi (Tierra): Representa el estado sólido de la materia y las manifestaciones más cristalizadas de la conciencia. Simboliza la estabilidad, la solidez y la fisicalidad. Este elemento compone todas las estructuras sólidas del cuerpo, como los huesos, los cartílagos, las uñas, el pelo y la piel. Nos recuerda nuestra conexión terrenal y nos invita a ocupar plenamente el templo de nuestro cuerpo para dar paso a lo divino. Se manifiesta con los sentimientos de seguridad, concreción, y sentido de pertenencia, instinto de supervivencia y el derecho de transitar por el planeta en paz con el mundo. Resuena en el chakra Mooladhara y nos conecta con el sentido del olfato. Cuando este elemento está equilibrado en nosotros, somos capaces de trabajar en nuestros objetivos y generar abundancia. Nos da la visión sensata y sabia para establecer objetivos, y la disciplina y la constancia para caminar hacia ellos, también se obtiene satisfacción de los bienes materiales y los placeres mundanos. Una base estructurada firmemente conectada a la tierra aporta libertad a los niveles superiores.

Jal (Agua): Significa el estado líquido y está asociado con la fluidez, la adaptabilidad y la capacidad de tomar la forma de su contenedor. Se representa como la “licuación” de la conciencia. En el cuerpo, el principio del agua existe en el plasma, en la saliva , en la mucosidad, en el sudor, en la orina, en el líquido cefalorraquídeo, y en otros componentes húmedos, teniendo en cuenta que el agua constituye el 60% del peso corporal de nuestro cuerpo. Gobierna el sentido del gusto. En la mente, se manifiesta como los sentimientos de compasión, fe, amor y devoción. Dejar ir, dejar correr los sucesos que nos oprimen confiando en el flujo de la vida. Se corresponde con el Chakra Swadisthana que da forma a nuestras emociones, deseos y creatividad, nos invita a tomar conciencia a través de las sensaciones.

Agni (Fuego): Agni es visto como el guardián de la conciencia, la luz hacia la verdad y la sabiduría, simbolo de la transformación y la regeneración, pura energía, la fuente de luz y calor, es nuestro Sol interno. Es la forma radiante de la materia, el calor corporal, la digestión, la asimilación, la percepción, el discernimiento y la visión. Es el fuego digestivo que nos ayuda transformar en nutrientes tanto los alimentos como las experiencias en la vida. En la mente, es nuestra habilidad de entender, discernir y darnos cuenta de las cosas. Agni alimenta nuestro poder personal, determinación, autoestima y nuestra voluntad. Percibimos el mundo que nos rodea gracias al “fuego” de nuestros ojos, que transforma los contenidos de nuestra visión. Podemos ver el alma de una persona por la luz y el brillo de sus ojos. Agni esta en sintonía con el Chakra Manipura, el motor de este Chakra es la voluntad, que junto a la entrega, el propósito y la práctica nos ayuda a alinearnos con nuestros objetivos. Disponer de un fuego interno fuerte te proporciona la chispa para emprender cualquier cosa en la vida.

Vayu (Aire): Representa el estado gaseoso y simboliza el movimiento, la acción, y el principio de la vida, así como los impulsos nerviosos y sensoriales. Nuestro aliento vital, el sentido del tacto, la piel y el movimiento están todos gobernados por Vayu. Al igual que el movimiento de nuestros pensamientos e ideas. Vayu es la danza cósmica de la vida misma, el baile eterno de la respiración, el movimiento y la transformación. La práctica de Pranayama nos ayuda a mantener el equilibrio del aire, la respiración consciente expande tu interior, afloja las resistencias, es un ejemplo constante del intercambio perpetuo entre los mundos internos y externos. Cuando este elemento esta equilibrado nos sentimos radiantes, generosos y compasivos, es la rendición del ego y la entrega al amor incondicional. Sintoniza con el Chakra Anahata (el Chakra del corazón) el centro exacto de tu núcleo, el amado interior cuyas enseñanzas tratan siempre sobre el amor divino. Este Chakra es la integración de todo lo que eres y te acerca más al significado esencial del Yoga como “unión”. Concédete un instante para celebrar tu respiración.

Akasha (Éter o Espacio): Simboliza el elemento que aloja a los demás elementos. El “ ether” representa el espacio en el que todo existe, la expansión de la conciencia, el amor y la compasión. cada una de las células de nuestro cuerpo contiene “espacio”, sin él, no habría comunicación entre ellas. Del espacio podemos aprender la percepción del silencio, de la espera, nos enseña a disolver el ego, a aceptar que nada está equivocado, Akasha anula el pensamiento negativo. Conectado con el sentido del oído y la escucha interna, nos invita aquietar la charla interior el tiempo suficiente para escuchar la voz de la verdad que fluye a través de nosotros, la resonancia del silencio, la vibración universal. Akasha se alinea con el Chakra Vishuda, la llave para abrir este Chakra es la sintonía, su propósito es la armonía, la resonancia y tiene como principio la vibración compasiva. Al escuchar profundamente y expresarnos con honestidad creamos una mayor sintonía en nuestras vidas. La tarea de este Chakra es comunicación, purificación y refinamiento, afinar el instrumento de nuestro cuerpo para permitir que la música de la vida se exprese a través de nosotros con armonía. Liberar el cuerpo para que siga danzando con el ritmo de la vida.